sábado, 19 de diciembre de 2009

¿Una sepia?

El domingo pasado fui a ver a mi amiga Imma. Nos conocimos hace muchos años, haciendo la especialidad de Anatomía Patológica.
Hasta encontrar la familia, ocupación y vida que disfruta en la actualidad, Imma ha tomado diferentes caminos que ha abandonado al llegar a la meta y darse cuenta que no era lo que quería. Nunca ha desfallecido ni se ha resignado, y ha sido capaz de plantarlo todo y partir de cero cuantas veces ha sido necesario, reinventándose una y otra vez.
Abandonó la Anatomía Patológica antes de ejercerla, y ahora trabaja de médico general en un ambulatorio y tiene una consulta en su casa de nutrición y dietética.

Visito a ella y su familia con cierta frecuencia. Sin perjuicio para mi admiración ni mi amistad, discrepo con ella en su creencia en la paramedicina, que comparte con su marido y sus hijas (que, aunque muy jóvenes aún, se interesan por el tema). Su marido también es médico.

El domingo pasado, su hija menor intentaba adivinar qué personalidad homeopática me correspondía, sometiéndome a un cuestionario que leía de uno de los múltiples libros que tienen de homeopatía, a la que tienen una fe ciega. Aunque viene a ser un horóscopo (si Imma lee esto, ¡me mata!), yo le seguía el juego.

Sin dudarlo un momento, y antes que su hija pudiera encuadrarme, Imma me dijo que soy... ¡¡¡UNA SEPIA!!!

Como no estoy puesta en el tema, busco en internet un poco de información:

La biotipología homeopática corresponde al tipo de físico y disposición que una persona posee, que los homeópatas tienen en cuenta para diagnosticar y tratar a sus pacientes con el correspondiente policresto (¿policresto? ¿eso qué es? Luego lo busco también).
La personalidad homeopática se refiere a una forma y modo de proceder que tiene el enfermo y que es similar a alguno de los policrestos. Este comportamiento del paciente se puede ver desde que entra al consultorio y habla con el médico, la forma en que reacciona, se sienta, gesticula y procede. (Vaya, la personalidad de toda la vida).

Busco policresto: Llámase policrestos a un grupo de remedios que han mostrado una acción muy amplia y profunda tanto en la experimentación como clínicamente.
(¿Estoy espesa o la definición no dice nada?)

¿Cuál es el biotipo de sepia?

Se define al sujeto Sepia como personas altas, delgadas con cabello y ojos oscuros (cierto que soy alta, pero pelirroja y de ojos azules). Las mujeres sepia son atractivas, elegantes (eso sí ^^). Al sentarse acostumbran a cruzar las piernas debido a la flacidez de su pelvis (no sabía que era por la flacidez).
Sepia desea comer alimentos ácidos, le gusta el escabeche, limones y el vinagre (soy alérgica al vinagre, y por ende al escabeche), le gustan los dulces (no demasiado) y el alcohol (eso sí ^^).
Sepia siente aversión por la leche y la carne de cerdo (bueno, vale).
Sepia teme a la locura, a la pobreza y a la soledad (¿y quién no?).
Sepia tiene sueño durante el día y al atardecer (o sea, a todas horas). Le cuesta conciliar el sueño por sobrexcitación (nunca estoy sobreexcitada, soy de lo más tranquila y en cuanto me acuesto cierro los ojos como las muñecas y me duermo) y una vez que consigue dormirse tiene sueños que pueden ser desagradables, terroríficos o lascivos (esto último sí ^^), despertándose con una sensación desagradable y no pudiendo volver a dormir. Cuando se levanta está muy cansada con la sensación de no haber tenido un sueño reparador (¿y quién que trabaja demasiado y no duerme suficiente no se levanta ya cansado?).
Sepia empeora con los días grises (cierto) y las tormentas (me gustan), antes de la menstruación (como todas las mujeres) y al levantarse (sólo si es para ir a trabajar).
Sepia mejora con el calor, estando ocupada, con ejercicio vigoroso y con el aire fresco (¿en qué quedamos, aire fresco o calor?).
Sepia puede presentar una combinación de dos personalidades diferentes:
Una está orientada hacia su propia carrera y busca sentirse realizada con su trabajo. Éstas tienen aspecto de personas duras y ocultan bien su vulnerabilidad. La otra se siente oprimida por su sentido del deber como esposa y/o madre sin que le quede tiempo libre para dedicarlo a ella.
(Creo que esto se puede aplicar a cualquier mujer, ya sea una sepia o un calamar).
Sepia está de mal humor y anérgica, siente aversión hacia su marido e hijos, le cuesta hablar de sus penalidades y da la impresión de haberse anestesiado (olvidado sus malos recuerdos) (No comment).

Hay más de 20 personalidades homeopáticas de nombres exóticos...

Veratrum album, causticum, thuja, medorrhinum, argentum nítricum, anacardium, kali carbónicum, staphisagria, phosphóric ácidum, platina, lilium tigrinum, conium, arsenicum, aurum, calcárea carbónica, ignatia, lachesis, lycopodium, mercurius, natrum muriaticum, phósphorus, pulsatilla, sepia, silícea, sulphur...

...¿Y YO TENÍA QUE SER LA "SEPIA"...???

sábado, 12 de diciembre de 2009

Taxis rosa

¡Lo que nos faltaba!
Una empresa de taxis de Barcelona pretende poner en marcha un nuevo servicio de taxis sólo para mujeres, conducido por mujeres. Aunque de momento parece que no puede empezar porque de los 300 asociados de la empresa, sólo 16 son mujeres, y necesitarían al menos 30 para poner en funcionamiento el servicio.

La iniciativa no es nueva, aunque sí en nuestro país. Nació en Londres en 2006, como respuesta ante los robos y violaciones que sufrían muchas británicas en taxis con licencias ilegales. Desde entonces este tipo de servicio se extendió a Nueva York, Moscú, México, Líbano, Dubai o Dakar.

Aquí no hay ningún problema que se solucione con la instauración de este servicio. Nadie les ha pedido que creen unas necesidades que no tenemos. Peleándonos aún hoy en día por la no discriminación, por el trato no sexista, por la igualdad de los sueldos a igual trabajo, y tantas otras cosas... y tiene que ser una taxista (porque sí, encima es una mujer) la que tenga la brillante idea de poner unos taxis exclusivos para mujeres.

La susodicha suelta esta perla (la negrita es mía):

"Si ya contamos con servicios de taxis con maleteros grandes, de monovolúmenes, adaptados para minusválidos, vehículos con sillitas de bebés y otros que aceptan perros, por qué no atender a mujeres que prefieren que sea una taxista también mujer la que le lleve a casa o la traslade de un lugar a otro".

Si hubiese habido una iniciativa en sentido contrario, servicio exclusivo de taxis para hombres conducidos por hombres, pondríamos el grito en el cielo, nos parecería una discriminación inadmisible hacia las mujeres taxistas y los colectivos de mujeres se tirarían a la yugular de la empresa. ¿Por qué en cambio se admite una discriminación positiva?

Por lo menos aquí no los pintarán de color rosa, como en Londres. Simplemente llevarán un distintivo, y sólo podrán solicitarse sus servicios por teléfono.

No soy usuaria habitual de taxis, pero desde luego, menos aún lo voy a ser de un taxi rosa.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

El baile de la victoria... o de la derrota

Hacía semanas que no iba al cine, y la primera película que se me ocurre ir a ver es El baile de la victoria, la película de Fernando Trueba que nos va a representar en los Oscar para optar al de mejor película de habla no inglesa.
Mi impresión es que ni siquiera saldrá como candidata, pero tampoco me sorprendería nada si lo hiciese, los gustos en Hollywood son muy sui generis.

Las tres películas que quedaron como finalistas en la "carrera" hacia los Oscar fueron ésta, Gordos y El mapa de los sonidos de Tokio. Como no he visto estas dos, pero las críticas no fueron muy buenas, pensé que El baile... sería la mejor de las tres. Aunque se presentó en el festival de cine de San Sebastián, y tampoco obtuvo muchos elogios.
Me ha parecido un churro de película, sensiblera, melodramática e increíble hasta la náusea.

¿Es posible que, entre las más de cien películas españolas, no haya 3 películas mejores que éstas? Sin esforzarme mucho, se me ocurren, a bote pronto, Agallas o incluso Los abrazos rotos.

La película está basada en el libro homónimo de Antonio Skármeta, con el que el autor consiguió varios premios, entre ellos el Planeta, y quien hace un pequeño cameo en la peli. Sé que no debo juzgar el libro por la película, es más, no me puedo creer que el libro sea tan malo, incluso me entran ganas de leerlo para ver qué es lo que ha destripado Trueba.

La película se desarrolla en Chile, país donde nació Skármeta, en la transición hacia la democracia, cuando el presidente decreta una amnistía para los presos sin delitos de sangre. Se van a cruzar los caminos de Vergara Grey (Ricardo Darín), famoso ladrón de cajas fuertes, quien quiere olvidar su pasado y recuperar su familia, y Ángel Santiago (Abel Ayala), joven ladronzuelo accidental que quiere dar un gran golpe con Vergara. A su vez en su camino encontrarán a la jovencísima Victoria, una víctima de la dictadura que ha perdido a sus padres y el habla y se expresa mediante el baile.

Si algo se sostiene en la película es Ricardo Darín, siempre creíble y sólido. Abel Ayala hace de un marcelino pan y vino pasado de rosca, anacrónico y naïf; el personaje de Miranda Bodenhöfer (Victoria) parece salido de un cuento de Dickens, y Ariadna Gil, que hace de mujer de Darín a quien deja por un ricachón mientras está en la cárcel y sale poco, simplemente parece anoréxica.

En fin, mi consejo es que quienes no hayáis ido a verla, empleéis las dos horas largas (larguíiiiiisimas) que dura, en algo mejor.

martes, 8 de diciembre de 2009

Al ataqueeeeee...!!!

Se acabó la sequía, amigos.

Hace ya una semana que volví de Madrid y no he contado nada.
Vamos por partes:

- El curso de actualización en patología, magnífico. Es un curso que se realiza anualmente desde hace 5 años, lo patrocina Mutua Madrileña y lo organiza el Dr. Sanz, miembro de una saga de patólogos, del Hospital Clínico San Carlos. Era la primera vez que iba, y si puedo no me voy a perder los siguientes si se mantiene la línea y la calidad.
Me habría servido un montón si no fuera porque estaba completamente drogada a causa de mi hernia discal. Suerte que tomé apuntes, como un autómata, y puedo revisarlos, porque yo no me acuerdo de nada.

- El reencuentro con Patsy, sin palabras. Como ya intuía, como si nos conociésemos y fuésemos amigas de toda la vida. Su hospitalidad, su sabiduría, su dulzura, su buen humor, su preocupación por mi cuello... hicieron mi estancia en Madrid muy agradable. ¡Gracias, guapa! (Y gracias también a Carlos, que hizo unos guisos, a veces improvisados, deliciosos).

- Conocer personalmente a Molano, toda una experiencia. Conversador incansable, tiene miles de historias que contar, como se refleja en su blog. Admirables su memoria y su capacidad para contar vivencias, personales y ajenas, con humor, elegancia y naturalidad.

Patsy y Molano, amigos desde hace tiempo, me llevaban ventaja por eso. Compitiendo por la palabra, cuando se ponían a contar anécdotas del pasado me quedaba muda, hasta que conseguía colar alguna cuña con las mías. Luego, las carcajadas eran compartidas e imparables.
Fuimos al café Central (cita obligada siempre que voy a Madrid) y asistimos a un concierto maravilloso del que ya ha comentado Patsy en su blog, y al que le sacamos punta inventando historias sobre los músicos, desternillándonos de risa.
Yo iba con la cámara fotográfica en el bolso todo el tiempo, dispuesta a plasmarlo todo, los lugares donde fuésemos, nosotros en distintas situaciones... y estuvimos tan embebidos que en ningún momento nos acordamos de hacerlas.

- Respecto a mi cuello, estoy de alta desde hace una semana, ya he empezado a hacer rehabilitación, y estoy trabajando a toda pastilla. A mi jefe le importa tanto que tenga una hernia discal como que tenga cuenta con el Santander. He estado trabajando (impartiendo un curso que a mí no me ha reportado nada, y en cambio al servicio sí) estando de baja, y ni siquiera me ha dado las gracias.
Estoy tomando psicofármacos que me hacen estar un poco happy, pero ya volveremos a la normalidad absoluta.
Empezaremos por escribir más en el blog.

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